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Opción 1: Donaciones recurrentes
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Las donaciones recurrentes brindan a Makuyu Education Initiative un apoyo continuo que nos permite mantenernos durante todo el año. Puede que te estés preguntando: "¿Mi colaboración realmente servirá de algo?" La respuesta es: ¡Tu donación mensual será de gran ayuda! Solo se necesitan $ 10 para cubrir el costo de las comidas por una semana para un niño en Makuyu Education Initiative. Asimismo, $ 100 serán suficientes para pagar todas las comidas de todos los niños durante una semana. Cuanto más das, más se benefician los niños. Para suscribirte a una donación recurrente, selecciona una de las opciones a continuación.
Tu donación se cargará a tu tarjeta de crédito cada mes hasta que nos lo comuniques de manera diferente. Si deseas hacer un regalo recurrente en otra cantidad, por favor contáctanos.
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Opción 3: apadrinar a un niño​
¿Estás interesado en apadrinar a un niño? Consulta qué niños no están siendo patrocinados en nuestra pestaña Niños. Estimamos que costará $ 64 por mes apadrinar completamente a un niño, incluyendo comidas, ropa, suministros y libros. Te mantendremos actualizado con frecuencia sobre su progreso.
¡Cada donación hace una gran diferencia porque se destina directamente a Kenia para beneficiar a los niños! Todos los donantes recibirán actualizaciones periódicas sobre el progreso de MEI, incluidas fotos para mantenerlo informado. ¡Juntos podemos cambiar la vida de un niño! Gracias por tu apoyo.
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Tu donación es 100% deducible de impuestos según el IRS, ya que no se proporcionan bienes o servicios a cambio de esta donación. Identificación fiscal: 45-3604292
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Thank you for your generosity!
Carta del Fundador:
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La gente a menudo me pregunta: "¿Por qué haces lo que haces?" y siempre me resulta difícil responder esa pregunta. He escuchado muchas razones diferentes por las cuales las personas deciden involucrarse con organizaciones benéficas. A decir verdad, encuentro muchas de las razones poco convincentes, al menos para mí.
Algunas personas dicen que tenemos la responsabilidad de ayudar a los pobres porque nos encontramos en circunstancias más afortunadas. Aunque eso es cierto, me pregunto si en verdad tenemos la responsabilidad de hacerlo. Tenemos, si, la responsabilidad de cuidar a nuestras familias. No me malinterpreten, es bueno ayudar a los desfavorecidos porque no fuimos nosotros quienes causamos su desgracia. La vida lo causó, y nadie dice que la vida fuese justa. Además, la mayoría de nosotros trabajamos duro para llegar a donde estamos, por lo que no debemos sentirnos culpables por nuestro nivel de vida.
Pero, a pesar de todas esas razones, había una pregunta que me perseguía. Una pregunta a la que, por más que lo intenté, no pude encontrarle una respuesta. Si yo fuera un niño de 5 años y tuviera que dormir con hambre, sobre un piso de tierra y pasando frío, querría que alguien como yo me ayudara. Esa ayuda significaría el mundo para mí. Y así, no pude escapar del hecho de que le estaba negando la ayuda que yo hubiera deseado desesperadamente para mí si los roles hubieran sido invertidos. Entonces, no lo hago porque me siento responsable de ayudar a esos niños ni porque me haría sentir culpable el no ayudarlos, sino porque si yo fuera uno de ellos, me gustaría que alguien como yo me ayudara.
¡Gracias por tu apoyo!
Pavel Sukhobok